El concepto, del que se ha hablado mucho durante el año pasado, hace referencia a un mundo digital que coexiste de forma paralela con el mundo físico y en el que se pueden realizar numerosas acciones como trabajar, aprender o jugar a través de un avatar virtual que representa al ser humano que se encuentra detrás de la pantalla.
En el ámbito educativo tiene gran potencial ya que puede ofrecer un aprendizaje inmersivo que permita aprender desde la experiencia.
El Metaverso… un mundo digital que coexiste de forma paralela con el mundo físico
― Alberti
Asimismo, este mundo paralelo puede complementarse con otra de las tendencias para este año, la realidad virtual, que permite crear una simulación de un entorno por ordenador o a partir de fotografía o vídeo en 360º con gafas para esto. Aplicada al aula, hace que el alumnado experimente en primera persona los contenidos que está estudiando.